domingo, 30 de marzo de 2008

La primera impresión....


"Nunca tendrás una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión".
Los primeros 4 ó 5 minutos de contacto que tenemos con una persona al momento de conocerla son cruciales. En este poco tiempo nos hacemos un juicio completo de esa persona, y luego este juicio es muy difícil de cambiar o de borrar.

Como dicen “la primera impresión es la que cuenta”. Por este motivo, es importante que nosotros nos preocupemos por causar siempre una buena primera impresión. Para hacerlo lo primero que debemos tener en cuenta es una buena apariencia física. Y cuando hablo de buena apariencia física no solo me refiero a que siempre andemos bañaditos, perfumaditos, y con ropa limpia, sino también vestidos de acuerdo a la ocasión. No vamos a ir a la playa con un vestido largo y zapatos altos, bueno igualmente debemos evitar ir en tenis al Teatro Nacional, o en chancletas a una entrevista de trabajo.

La apariencia juega un papel muy importante, fíjate que cuando asistes a un seminario lo primero en que te fijas es en la apariencia del instructor. Es más, si la apariencia no te causa una buena impresión, inmediatamente cuestionas la calidad del contenido de seminario. Puede ser una eminencia, pero su aspecto le resta credibilidad.

Otro ejemplo, si vas caminando por una calle poco transitada y de pronto, ves a una persona que se dirige hacia ti, con un aspecto sucio, despeinado y mal vestido, automáticamente, intentaras acelerar el paso y cambiar de acera, mientras que si la persona que se te acerca va bien vestida y limpia no te preocuparás; a lo mejor te equivocas, pero nosotros reaccionamos en base al aspecto exterior de estas personas. Todo esto ocurre porque asociamos la imagen de cada persona con ciertos juicios y valores predefinidos.

Ahora piensa por un momento, que así mismo como escaneamos mentalmente a los demás de pies a cabeza, con nosotros ocurre lo mismo. Nosotros también estamos siendo constantemente escaneados. Y no sólo se nos escanea la ropa que llevamos puesta, sino también nuestras posturas, nuestros movimientos, la forma en que nos sentamos, como caminamos, como saludamos, el tono de voz, la mirada, la sonrisa, la educación, etc. Y es que nuestra imagen es nuestra representación visual, es como una foto, y a través de ella dejamos fluir sin querer muchos de los rasgos de nuestra personalidad.

Cuando logramos proyectar una buena imagen, y sentimos que somos agradables a la vista de los demás, nos sentimos más seguros de nosotros mismos, y esto trae como consecuencia un mejor desarrollo personal y profesional.

Marisol Portillo

jueves, 27 de marzo de 2008

Balance y Equilibrio (Comentarios de Luis Emilio De Castro)


De manera errada suponemos que vamos rumbo hacia la brillantez y al éxito solo ocupándonos de algunos aspectos de nuestras vidas. Probablemente desde que nacemos, uno de los puntos que más se refuerza es el de la preparación profesional para luego ejercer y llegar lo más lejos posible financieramente. Suponemos que la paz, el descanso la alegría y equilibrio vendrán si somos fuertes en los aspectos antes mencionados. La verdad es que vivimos siempre con temor interior cuestionándonos permanentemente si estamos haciendo lo suficiente para crecer, esto para los que somos exigentes, nos ocurre muchas veces porque nuestro medio a veces nos presiona mostrando aparentemente todo lo que nos hace falta para competir y no nos proporciona suficientes reconocimientos para bajar la velocidad de nuestras vidas impidiéndonos ver que todavía es más importante lograr buen balance.

Una vez recuerdo le comente a mi padre, a quien acudo siempre para recibir como siempre los más sanos consejos, que me sentía en un tren corriendo para lograr muchas cosas y no sabía hasta donde debía llegar o cuando detenerme. Que sentía que estaba luchando por muchas cosas, pero que no sabía todo lo que quería lograr. La verdad me sentía muy bien y complacido a la velocidad que avanzaba logrando metas, de hecho a mayor velocidad que lo esperado y acercando otras que parecían imposibles. Para mi todo esto debió ser una señal de que aunque tenía muchos objetivos logrados y por lograr, parecían que no estaban bien balanceados. Con lo anterior no me daba cuenta que se generaban ciertos desequilibrios que afectaban otras áreas que igualmente son importantes como la formación profesional y la estabilidad económica que buscamos. La verdad es que desde que entramos al tren del trabajo, entramos al tren de la vida. Creemos que si no avanzamos rápidamente peligraría nuestra estabilidad y por lo tanto el equilibrio que suponemos tenemos. Más aun, que el futuro sería totalmente incierto, teniendo en cuenta que como nuestro futuro es desconocido a veces nos da cierto temor e incertidumbre.

Siempre vivía con el lema de que algún día moriría rico o pobre, pero que no me conformaba con mantenerme en el medio de estos dos extremos. La razón por la que quería algún día ser rico no es necesario comentarla porque todo el mundo quisiera serlo, pero la razón por lo que entendía podría ser el extremo opuesto era por los grandes riesgos que me tomaría para algún día ser rico. Esa era mi visión y mi norte.

Sin embargo, hoy no necesariamente pienso como pensaba hace un tiempo atrás. Quizás tuve unos llamados muy especiales que me tocaron muy a tiempo y me llevaron a la reflexión de detenerme un poco para caminar sobre bases más firmes para llegar lo más cercano a la felicidad anhelada. De esa manera también no sólo mirar hacia el futuro, sino detenerme a mirar todo mí alrededor e incluso hacia atrás y así entender porque y para que trabajamos y luchamos.

El trabajo y el producto de éste son sólo un medio para ayudar a acomodar nuestras vidas, pero la felicidad es más compleja y depende no directamente del trabajo sino de nosotros mismos y esto sólo se logra con un buen balance, de cómo nos manejemos armonizando todos los aspectos de nuestras vidas. Lo importante no es ser excelentemente bueno en una de las áreas de la rueda de la vida, sino que estén lo más equilibradas posible cada una de estas para ser felices. Por eso vemos que a veces una persona pobre con muchas carencias económicas es capaz de ser más feliz que una persona sin carencias económicas. Esto porque a la persona pobre quizás le falte solo dinero pero cuenta con un mejor balance en lo que se refiere a la familia, amistad, amor, entorno, salud y otros, no así la persona rica donde su fuerte no son todas estas por las que se preocupo la persona humilde. Si lleváramos esta comparación a una puntuación, tomando como referencia la rueda de la vida, nos daremos cuenta que la persona pobre tiene una mayor puntuación y por lo tanto es mucho más exitosa.

El ejercicio de la rueda de la vida es como un análisis de laboratorio que no debemos aplicar una sola vez, debemos aplicarlo periódicamente para saber que puntos debemos reforzar ya que estos pueden en algún momento salir de sintonía. Es igual que someterse a una evaluación física en un gimnasio donde el instructor te dirá tu nivel de resistencia, grasa corporal, musculatura, ritmo cardíaco, etc.. Este te diseñará una rutina para que puedas paralelamente mejorar y cultivarte para lograr un buen equilibrio de tu salud.

No debemos sentirnos apenados por descubrir algunos errores de nuestras vidas, más bien debemos tener la fortaleza de corregir todos aquellos que estén a nuestro alcance. Todos tenemos desbalance y desequilibrio en algunos o muchos de los aspectos fundamentales. Sólo hay que hacer el ejercicio y ver nuestra puntuación para descubrir y darnos cuenta que áreas necesitamos reforzar para luchar y lograr ese reforzamiento.

Quienes no creen en el balance no entienden bien que es lo bueno y lo malo. Debemos entender que equilibrio significa que todo tiene su lado contrario. Para percibir y valorar lo dulce hay que conocer lo amargo. Lo que debemos hacer siempre cuando nos doblemos es aceptarlo y tener la fortaleza para enderezarnos. Nunca debemos ser tan rígidos que no nos podamos doblar para no rompernos.

Notarás que en términos materiales el momento en que más feliz te sientes es cuando estás comprando algo que no tienes. Siempre quieres lo que no tienes, luego de tenerlo ya te sientes acostumbrado e igual que antes, esto significa que las cosas materiales solo te harán sentir bien por un tiempo breve, sin embargo, algo que no cuesta dinero pero que si debemos cultivar fuertemente es una buena relación de pareja, una buena familia, nuestros padres y nuestras amistades.

Una buena armonía con todos estos te pueden hacer feliz no por un breve tiempo como las cosas materiales, sino para toda la vida.

Luis Emilio De Castro


La Rueda de la Vida




Todos deseamos alcanzar un equilibrio perfecto entre los aspectos más importantes de nuestras vidas. Esto para ser honestos es algo muy difícil de lograr. Son tantas y tantas las cosas que tenemos que tener en cuenta y atender que sin proponérnoslo podemos perder un poco el equilibrio que deseamos.

Quiero compartir con ustedes una herramienta que nos puede ayudar a tener una visión clara de cómo está nuestra vida en estos momentos. Esta herramienta no sólo nos va a permitir saber si estamos en el camino correcto, sino que también nos puede ayudar a ver cuáles son las áreas en las que tenemos que trabajar si queremos mejorar, donde debemos cambiar y que cosas están ya equilibradas.



Dibuja un círculo similar al de la figura. En cada eje tienes que puntuar lo que creas que corresponda con lo que está sucediendo ahora mismo en tu vida. El 0 es el centro del círculo y es la mínima puntuación, el 10 la máxima, pinta los quesitos de colores, y verás cómo queda tu rueda al final.

El Entorno: ¿Te gusta donde vives? ¿Te gusta tu casa? ¿Tu ciudad?

El Trabajo: ¿Estás bien en tu trabajo? ¿Te gusta la gente que te rodea? ¿Trabajas en lo que te gusta y te apasiona?

Salud: ¿Cómo te encuentras en este momento? ¿Influye tu salud en tu vida actual? ¿Necesitas hacer ejercicio para mejorar tu salud? ¿Necesitas algún tipo de dieta? ¿Qué necesitas?

El Dinero: No se trata del dinero que tengas, sino de la disposición o el uso que haces de él. Sabes bien cuánto dinero vas a recibir y lo que vas a hacer con él. ¿Qué haces con el dinero que tienes? ¿Gastas todo hoy, y mañana tienes que pedir prestado? ¿Gastas más de lo que ganas?

Crecimiento Personal: ¿Sientes que has ido creciendo interiormente? ¿Has hecho aquello con lo que siempre has soñado? ¿Necesitas desarrollarte? ¿Ser una persona mejor?

Amigos: ¿cómo te sientes cuando estás con ellos? ¿Es una amistad de verdad o son sólo compañeros? ¿De qué manera influyen en tu vida actual? ¿Qué tipo de amigo eres tú?

La Familia: ¿Qué tipo de relación tienes con tu familia más cercana?. Tienes el tipo de relación en la que todo el mundo está pendiente de todos los demás, donde se preocupan por las necesidades de los otros y se aseguran de que las cosas les van bien, o eres de los que tienes mucho tiempo sin hablar con tus hermanos, tíos, primos, y piensas “Es la misma distancia para ellos buscarme, si ellos no me buscan……..”

El Amor: ¿Qué sientes en este momento? ¿Estás enamorado? ¿Crees que estas con la persona correcta en tu vida? ¿Tienes dudas? ¿Estás feliz con tu relación?

Ocio: ¿Es satisfactorio tu tiempo de ocio? ¿Qué haces? ¿Te gustaría hacer algo diferente?

Ahora que has terminado, puedes tener una visión más clara de que está ocurriendo en tu vida. Espero que esta herramienta te sea de mucha utilidad y que sirva de base para el trazado de metas grandes e importantes, que ayuden a mejorar tu vida y tu futuro.

Marisol

jueves, 20 de marzo de 2008

Algún día aprenderás .................


Este escrito de William Shakespeare no tiene desperdicios. Además de que es precioso, está cargado de muchas enseñanzas y profundas reflexiones. Por eso quiero compartirlo contigo, espero que lo disfrutes.

Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma. Y aprenderás que amar no significa apoyarse y que compañía no significa seguridad.

Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas....

Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.

Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado .....Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas.....

Aprenderás que hablar alivia los dolores del alma ........ descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.

Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias y que no importa qué es lo que tienes, sino a quién tienes en la vida; que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.

Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.

Te darás cuenta de que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, sólo por el placer de disfrutar su compañía.

Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuándo será la última vez que la veamos.

Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tiene influencia en nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.

Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás salvo cuando queramos imitarlos para mejorar. Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser y que el tiempo es corto.

Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve.

Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuán delicada y frágil sea una situación : siempre existen dos lados.

Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias.....

Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.

Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayude a levantarte. Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.

Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones.

Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese, porque le estarías quitando la esperanza.

Descubrirás que sólo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero no saben demostrarlo.

No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.

Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas también serás juzgado y en algún momento condenado.

Aprenderás que no importa en cuántos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.

Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.

Entonces y sólo entonces sabrás lo que puedes soportar; que eres FUERTE y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías..... que no podías más.

Y es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla.

William Shakespeare.
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Esta reflexión tiene grandes verdades y enseñanzas, y quiero compartir mis opiniones sobre algunas de ellas.

Muchas veces somos severos y hasta crueles juzgando a los demás, sin detenernos a pensar que la vida puede llevarnos a hacer cosas de las que luego también tendremos que pedir perdón, sólo que en ese momento vamos a desear benevolencia no severidad.

Nos creemos con derecho de cuestionar y pedir explicaciones, muchas veces sin ser los agraviados directos, por el solo hecho de querer al supuesto “agresor”. Creemos que el quererlo nos da ese derecho y mucho más si la confianza que depositamos ha sido lesionada. Sin embargo, es precisamente en esos momentos en los que la amistad y la comprensión son puestas a prueba, donde debemos concentrarnos más en qué le ocurre a esa persona y cómo podemos ayudarla y apoyarla, en lugar de centrarnos en lo defraudados que nosotros podemos sentimos.

Es cuando debemos aprender la diferencia entre dar la mano y socorrer un alma. Y comprender que simplemente escuchando y no juzgando podemos aliviar los dolores de un alma que necesita apoyo y comprensión.

No debemos nunca olvidar que no importa cuán delicada y frágil sea una situación siempre existen dos lados, dos posiciones y por qué no dos verdades. Y que antes de juzgar a priori, debemos intentar conocer “el corazón de la auyama”.

El tiempo no podremos volverlo para atrás y hacer que la situación que trajo el desasosiego desaparezca, lo que si podemos hacer es aprender de los errores, porque no importa lo que haya ocurrido, ni en cuantos pedazos se haya partido un corazón, el tiempo no se detiene, la vida continua y todos debemos continuar con ella.

La vida vale cuando tenemos el valor de enfrentarla.

Marisol Portillo

martes, 18 de marzo de 2008

Y tú, Cómo te ves??


No hay una realidad mayor que ésta, que puede ser más importante que la imagen que tienes de ti mismo, del conocimiento que tengas sobre ti, de la aceptación de todas tus limitaciones y defectos y del reconocimiento de los valores y virtudes que posees. En fin, de la Fe que tienes en ti.

Todo esto juega un papel determinante en el éxito o en el fracaso que tengas a lo largo de tu vida. La falta de confianza y las constantes dudas sobre tus capacidades te impedirán lograr tus metas y objetivos. Debes tener CONFIANZA EN TI MISMO. Tú eres capaz de alcanzar todo lo que te propongas, no te limites, no te autocensures. No pongas techos sobre ti.

Expresa libremente tus opiniones y sentimientos, actúa de acuerdo a lo que creas y a lo que piensas, no a lo que imagines que esperan de ti los demás.

No sobredimensiones tus fracasos. Oye, nadie es perfecto! y tu no eres la excepción, y sabes qué? tampoco tienes porque serlo. Acéptate como eres!. Eres sencillamente un ser especial, único e irrepetible.

Intenta conocer tus limitaciones, acéptalas y haz algo para que se conviertan en fortalezas.

Controla tu temor al fracaso. Todo el mundo tiene miedo a fracasar, lo que no puedes permitir es que este miedo te impida actuar. Cuando te enfrentas a tus temores estos se reducen, pero cuando le huyes estos crecen, a tal punto que pueden llegar a dominar tu vida.

Si logras creer en ti, te sorprenderás de todo lo que podrás lograr.

Acepta el desafío de ser feliz y vivir en libertad.

"De todos las criticas que pasamos en nuestra vida, ninguna es tan importante como la que nos otorgamos a nosotros mismos". Nathaniel Branden

lunes, 17 de marzo de 2008

Cómo no creer en Dios..


"Yo te llevo desde niño muy adentro te he encontrado en el pájaro y la flor, en la lluvia, en la tierra y el silencio, y en mis sueños cada noche estabas tú. Desde entonces, quiero darte siempre gracias porque puedo darme cuenta de tu amor, beberé de tu cuerpo y de tu sangre, y por siempre te daré mi corazón".

Como no creer en Dios, cuando he recibido de él tantas bendiciones. Tantas que sólo puedo dar por siempre las gracias de todo lo recibido, y de todo lo que se me falta por recibir.

Siempre he tenido presente, que Dios está a mi lado, a todo momento, a toda hora. En todos los instantes de mi vida. Y que él constantemente está señalándome el camino a seguir. Estoy convencida de que sólo me ocurren aquellas cosas que él quiere que me ocurran. Y ojo, no estoy diciendo que nunca me pasen cosas que me causen dolor y sufrimiento. Ahora bien, entiendo que el dolor y el sufrimiento no son más que situaciones que nos hacen crecer, son puertas obligatorias que debemos cruzar, y que no ocurren gratuitamente.

Confieso que en ocasiones no logro ver de primera instancia cual es la enseñanza que me brindan, sin embargo, esa enseñanza tarde o temprano llega a mi. Por eso intento sustituir la pregunta por qué?, por para qué?, cuál es la lección que debo aprender?.

Como puedo no dar gracias a Dios por haberme dado una vida feliz y estable, por haberme dado unos padres ejemplares y unos abuelos envidiables, por haberme permitido encontrar a la persona perfecta para que fuera mi compañero de vida, por haberme dado dos hijos que son la razón de mi existencia, por darme una familia preciosa, y un montón de amigos siempre dispuestos a extenderme la mano física que mi señor me extiende desde el cielo.

Dios mio no me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.

Gracias Padre!

domingo, 16 de marzo de 2008

Aprende a vivir el presente



"Mucha gente vive como si la existencia fuera un ensayo general de alguna fecha posterior. No lo es, de hecho nadie tiene la garantía de que estará aquí mañana".


Hola.. yo soy del tipo de personas que no terminan de alcanzar una meta, cuando ya tengo diez en agenda por las que comenzar a trabajar; pero reconozco que constantemente vivo el presente con el stress causado por el deseo de estar en el futuro. O sea, que soy humana... con el correr de los años me doy cuenta de que corro más de lo que vivo.


Muchos de nosotros no vivimos el presente, vivimos esperando el futuro o atados al pasado. Estas situaciones no hacen más que hacernos perder energía, ya que nos concentramos en algo que ya pasó, que ya ocurrió y que sencillamente no podemos cambiar, o peor aún perdemos energía en cosas que aún no han sucedido y que son inciertas.


"He pasado por algunas cosas terribles en mi vida, algunas de las cuales sucedieron de verdad". Mark Twain

Vivimos cargando una maleta llena de temores e inseguridades: seremos buenos padres, tendremos dinero para enviar a nuestros hijos a "x" colegio o a "x" universidad, podremos algún día comprar una vivienda, etc.


Es inteligente tener un plan que nos permita establecer metas realizables, pero es igualmente inteligente vivir y concentrarse en el presente. Un presente tan efímero que en pocos instantes se convierte en pasado, y nunca lo podremos recuperar, solo recordar.


Debemos tomar las riendas de nuestras vidas, disfrutando el día a día, disfrutando el minuto. Debemos vivir al ritmo del tiempo, sin retrasarnos ni adelantarnos. Solo viviendo y disfrutando. La vida es solo un instante....no deje que se te escurra de las manos..



El tren de la vida




Quiero compartir con ustedes esta reflexión anónima que me encanta. Creo que es la mejor analogía que he leído sobre esto que llamamos vida, y comparto la idea de que la vida es como un simple viaje en un tren. Un viaje sin regreso, cargado de sorpresas, de alegrías y de penas. Un viaje en el que nunca sabremos en qué momento tendremos de bajarnos y despedirnos. O en qué momento del viaje esa persona que hoy esta tan cerca de nosotros, tendrá que hacerlo.

Todo esto me lleva a una reflexión, por qué si el tiempo del viaje es tan impredecible tanto para nosotros como para todos los que amamos, por qué perdemos tanto tiempo siendo infelices, discutiendo, criticando, peleando, alejándonos…. Por qué mejor no buscamos la paz y la felicidad, y sacamos del corazón el odio, el rencor y el resentimiento que además de no aportarnos nada nos resta energía y calidad de vida.

Por otro lado, es doloroso saber que en un viaje tan corto, muchos de nuestros seres queridos viajen en “vagones” muy diferentes al nuestro. Tan diferentes que muchas veces no nos encontramos, y peor aún puede darse el caso en que físicamente nos encontremos y sean tan distintas las rutas que hayamos tomado anteriormente que resulte imposible acostumbrarnos a viajar nuevamente en el mismo vagón.

Pienso que debemos sacarle provecho a todas las personas especiales que nos acompañan en este viaje y vivir junto a ellos la maravillosa experiencia de su compañía. Pero considero no menos importante el aporte que podemos hacer a los demás, para cuando nos llegue el instante de nuestra partida hayamos dejado profundas huellas.

Los invito a que lean la siguiente reflexión, espero que les guste y que les ayude a sacar sus propias conclusiones y enseñanzas...


La vida no es más que un viaje por tren: repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques, y profundas tristezas en otros.

Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas las cuales creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje: nuestros padres.

Lamentablemente la verdad es otra. Ellos se bajarán en alguna estación dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y su compañía irreemplazable.

No obstante, esto no impide que se suban otras personas que nos serán muy especiales. Llegan nuestros hermanos, amigos y esos amores maravillosos.

De las personas que toman este tren, habrá también los que lo hagan como un simple paseo.

Otros que encontrarán solamente tristeza en el viaje…
Y habrá otros que, circulando por el tren, estarán siempre listos en ayudar a quien lo necesite.

Muchos al bajar, dejan una añoranza permanente… Otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon el asiento.

Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son más queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga hacer el trayecto separados de ellos.
Desde luego, no se nos impide que durante el viaje, recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos, pero lamentablemente ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento.

No importa; el viaje se hace de este modo; lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas... pero jamás regresos.

Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible.

Tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo que tengan de mejor.

Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos…

Ya que nosotros también muchas veces titubearemos, y habrá alguien que nos comprenda.

El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos, mucho menos dónde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está sentado en el asiento de al lado.

Me quedo pensando si cuando baje del tren, sentiré nostalgia... Creo que sí.

Separarme de algunos amigos de los que hice en el viaje será doloroso. Dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste. Pero me aferro a la esperanza de que, en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenían cuando embarcaron.

Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré con que el equipaje creciera y se hiciera valioso.

Amigos…hagamos que nuestra estadía en este tren sea tranquila, que haya valido la pena.

Hagamos tanto, para que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje añoranza y lindos recuerdos a los que en el viaje permanezcan.

Anonimo

Instantes

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría. Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría descalzo hasta concluir el otoño. Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres, y jugaría con más niños, si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años... y sé que me estoy muriendo.

Jorge Luis Borges