jueves, 27 de marzo de 2008

Balance y Equilibrio (Comentarios de Luis Emilio De Castro)


De manera errada suponemos que vamos rumbo hacia la brillantez y al éxito solo ocupándonos de algunos aspectos de nuestras vidas. Probablemente desde que nacemos, uno de los puntos que más se refuerza es el de la preparación profesional para luego ejercer y llegar lo más lejos posible financieramente. Suponemos que la paz, el descanso la alegría y equilibrio vendrán si somos fuertes en los aspectos antes mencionados. La verdad es que vivimos siempre con temor interior cuestionándonos permanentemente si estamos haciendo lo suficiente para crecer, esto para los que somos exigentes, nos ocurre muchas veces porque nuestro medio a veces nos presiona mostrando aparentemente todo lo que nos hace falta para competir y no nos proporciona suficientes reconocimientos para bajar la velocidad de nuestras vidas impidiéndonos ver que todavía es más importante lograr buen balance.

Una vez recuerdo le comente a mi padre, a quien acudo siempre para recibir como siempre los más sanos consejos, que me sentía en un tren corriendo para lograr muchas cosas y no sabía hasta donde debía llegar o cuando detenerme. Que sentía que estaba luchando por muchas cosas, pero que no sabía todo lo que quería lograr. La verdad me sentía muy bien y complacido a la velocidad que avanzaba logrando metas, de hecho a mayor velocidad que lo esperado y acercando otras que parecían imposibles. Para mi todo esto debió ser una señal de que aunque tenía muchos objetivos logrados y por lograr, parecían que no estaban bien balanceados. Con lo anterior no me daba cuenta que se generaban ciertos desequilibrios que afectaban otras áreas que igualmente son importantes como la formación profesional y la estabilidad económica que buscamos. La verdad es que desde que entramos al tren del trabajo, entramos al tren de la vida. Creemos que si no avanzamos rápidamente peligraría nuestra estabilidad y por lo tanto el equilibrio que suponemos tenemos. Más aun, que el futuro sería totalmente incierto, teniendo en cuenta que como nuestro futuro es desconocido a veces nos da cierto temor e incertidumbre.

Siempre vivía con el lema de que algún día moriría rico o pobre, pero que no me conformaba con mantenerme en el medio de estos dos extremos. La razón por la que quería algún día ser rico no es necesario comentarla porque todo el mundo quisiera serlo, pero la razón por lo que entendía podría ser el extremo opuesto era por los grandes riesgos que me tomaría para algún día ser rico. Esa era mi visión y mi norte.

Sin embargo, hoy no necesariamente pienso como pensaba hace un tiempo atrás. Quizás tuve unos llamados muy especiales que me tocaron muy a tiempo y me llevaron a la reflexión de detenerme un poco para caminar sobre bases más firmes para llegar lo más cercano a la felicidad anhelada. De esa manera también no sólo mirar hacia el futuro, sino detenerme a mirar todo mí alrededor e incluso hacia atrás y así entender porque y para que trabajamos y luchamos.

El trabajo y el producto de éste son sólo un medio para ayudar a acomodar nuestras vidas, pero la felicidad es más compleja y depende no directamente del trabajo sino de nosotros mismos y esto sólo se logra con un buen balance, de cómo nos manejemos armonizando todos los aspectos de nuestras vidas. Lo importante no es ser excelentemente bueno en una de las áreas de la rueda de la vida, sino que estén lo más equilibradas posible cada una de estas para ser felices. Por eso vemos que a veces una persona pobre con muchas carencias económicas es capaz de ser más feliz que una persona sin carencias económicas. Esto porque a la persona pobre quizás le falte solo dinero pero cuenta con un mejor balance en lo que se refiere a la familia, amistad, amor, entorno, salud y otros, no así la persona rica donde su fuerte no son todas estas por las que se preocupo la persona humilde. Si lleváramos esta comparación a una puntuación, tomando como referencia la rueda de la vida, nos daremos cuenta que la persona pobre tiene una mayor puntuación y por lo tanto es mucho más exitosa.

El ejercicio de la rueda de la vida es como un análisis de laboratorio que no debemos aplicar una sola vez, debemos aplicarlo periódicamente para saber que puntos debemos reforzar ya que estos pueden en algún momento salir de sintonía. Es igual que someterse a una evaluación física en un gimnasio donde el instructor te dirá tu nivel de resistencia, grasa corporal, musculatura, ritmo cardíaco, etc.. Este te diseñará una rutina para que puedas paralelamente mejorar y cultivarte para lograr un buen equilibrio de tu salud.

No debemos sentirnos apenados por descubrir algunos errores de nuestras vidas, más bien debemos tener la fortaleza de corregir todos aquellos que estén a nuestro alcance. Todos tenemos desbalance y desequilibrio en algunos o muchos de los aspectos fundamentales. Sólo hay que hacer el ejercicio y ver nuestra puntuación para descubrir y darnos cuenta que áreas necesitamos reforzar para luchar y lograr ese reforzamiento.

Quienes no creen en el balance no entienden bien que es lo bueno y lo malo. Debemos entender que equilibrio significa que todo tiene su lado contrario. Para percibir y valorar lo dulce hay que conocer lo amargo. Lo que debemos hacer siempre cuando nos doblemos es aceptarlo y tener la fortaleza para enderezarnos. Nunca debemos ser tan rígidos que no nos podamos doblar para no rompernos.

Notarás que en términos materiales el momento en que más feliz te sientes es cuando estás comprando algo que no tienes. Siempre quieres lo que no tienes, luego de tenerlo ya te sientes acostumbrado e igual que antes, esto significa que las cosas materiales solo te harán sentir bien por un tiempo breve, sin embargo, algo que no cuesta dinero pero que si debemos cultivar fuertemente es una buena relación de pareja, una buena familia, nuestros padres y nuestras amistades.

Una buena armonía con todos estos te pueden hacer feliz no por un breve tiempo como las cosas materiales, sino para toda la vida.

Luis Emilio De Castro


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente Millín y Mary, ahora tenemos dos escritores en un mismo blog, muy bonito los escritos,
Felicidades a ambos.....los quiero un paqueton ¡¡

Anónimo dijo...

Como comprenderan uno no está acostumbrado a estos menesteres y por eso los comentarios salen anonimos, espero corregirlo. Un beso. Mecho

Anónimo dijo...

Muy buena tu reflexión Millo, mencionaste muchos cosas para lograr ese equilibrio, ahora la base más fuerte y firme en la que nos tenemos que sostener para lograrlo es DIOS, buscamos alegrías pasajeras, como dijiste, obtienes algo y te siente feliz "momentáneamente", pasan los días y vuelves a sentir que te sigue faltando algo, Porque las cosas materiales, el querer tener y tener no nos hace ver que lo único que nos puede llenar es la relación que tengamos con Dios, hay muchas personas llenas materialmente hablando, pero muy vacías en su interior.

Milagros

Anónimo dijo...

Gracias por esta PORFUNDA reflexión. Creo honestamente que vivimos en un mundo, hoy, que exige de nosotros muchas cosas...Como mujer, puedo compartirles que, el reto es increíble.

Ante todo, qué tiempo dedicamos al cultivo de nuestro Espiritu? Sólo de aquí obtendremos la más valiosa fortaleza para lograr nuestro propósito de Vida...

Cómo nos repartimos entre ser Profesionales Exitosos, Parejas Ejemplares, Padres Amorosos... Y en adición Personas "Sanas" con hobbies y actividades para socializar y compartir...

Buehhhhno, definitivamente no es fácil, pero nadie dijo que lo fuera.

Creo que con el hecho de "tener consciencia", que es lo que ustedes han expresado aquí, y asumirlo como una realidad que nos afecta a todos; y teniendo claro que Papá Dios no nos manda nada que no podamos manejar...

El proposito de este post es hacer un llamado al MUNDO. Es despertar algo en la consiencia de la gente para que se decidan a hacer lo que sea necesario para lograr ese BALANCE; quizás tomando un día a la vez sin perder de vista la "El cuadro completo": Lograr ser feliz!

Luis Emilio y Mary, saben que los quiero y los admiro. Cómo personas individuales y, obviamente, como pareja. Ese espacio en blogósfera, como diría mi aigo Pedro Genaro, es una muestra de que ustedes son el Uno para el Otro, de que al pasar del tiempo ustedes cambian, evolucionan, se adaptan y CRECEN en todos los aspecto... Y lo más importante lo hacen JUNTOS.

Qué Dios les BENDIGA. Los quiero!!!!

Marisol Portillo dijo...

Definitivamente, el balance y el equilibrio en nuestras vidas es el tesoro preciado que todos debemos buscar. Tesoro porque es de un incuestionable valor, pero difícil de obtener y conservar.

Nuestra vida es como una obra de teatro donde nos toca ser el actor principal y debemos representar diversos papeles, debemos ser hijo, padre, esposo, amigo, compañero, empleado, jefe, etc., y todos y cada uno de estos papeles debemos representarlos magistralmente para poder tener éxito con la puesta en escena de la obra. No podemos descuidar ninguno de los papeles, porque todos son igualmente importantes. Pero en paralelo, tenemos que sacar tiempo para nuestro crecimiento personal, cuidar nuestra salud, tener momentos de ocio, y ser económicamente exitosos. Uf!, difícil y agotador.

Tal como dice Luis Emilio, el medio en que nos movemos ejerce presión sobre nosotros, mostrando constantemente lo que nos falta para competir. Esto hace que compremos muchas cosas, pero a veces no valoramos el hecho de que es tanto el esfuerzo, el tiempo y las energías que invertimos para poder adquirir ese bien material, que no tenemos tiempo de disfrutar de él luego de comprado.

Hemos visto, una y mil veces, como padres le compran a sus hijos juguetes costosos, pero luego no pueden sacar 10 minutos del día para jugar con ellos. Niños ser criados por la señora del servicio, y ver a sus padres, si es que lo ven, unos pocos minutos en la noche, minutos en que muchas veces no pueden compartir con ellos porque los padres “están cansados”, y quieren descansar.

En resumen, hemos aprendido como ganarnos la vida pero no como vivirla. De que nos sirve, tener una casa y no un hogar. De que nos sirve obtener cosas materiales y no tener con quien compartirlas. Qué pasaría si al detener nuestro feroz tren de vida y de trabajo, miramos a nuestro alrededor y nos percatamos de que estamos solos. De que nos sirvió tanto esfuerzo?. Por eso cada día hay mayores ingresos pero más divorcios, y más hogares divididos.

Valoremos en su justa medida, lo que realmente tiene valor.

Marisol Portillo